Estoy condenado
Simplemente condenado
Quizá a vagar
Con tu nombre en mi
labios
Quizá a buscarte
O no encontrarme
No pediré el olvido
Te pediré perdón
Por lo que hice
Lo que hago
Lo que haré
Estoy condenado
Simplemente condenado a
la memoria
Por eso escribo
Para conservar la memoria
Al menos de cómo eran tus
ojos
Al menos para tener
Un pedazo de cielo en mi
Tampoco negaré que soy un
niño
Que peco de inmaduro
Que peco de traicionero
Que peco quizá de
obsesivo
Que me es imposible
Realmente imposible
Olvidar tu aroma
Llegará el momento
En que la vida tenga que
agradecerte
Por la felicidad
entregada
Yo personalmente
No puedo esperar a la
vida
Así que te agradezco por el
año, dos semanas y tres días
Que gastaste en mí en
total
Y como nunca he sabido
Por tus propios labios
Que este adiós es
definitivo
Me limitaré a hacer el
gran experimento
De interpretarte
Estoy condenado
Simplemente condenado a
ser concreto
A no entender que tu
adiós
Fue para siempre
A quedarme con los
vestigios maravillosos de ti
O sea que para cumplir
Con todas mis condenas
Te digo yo adiós
Te dedico mis palabras
Las de ahora y las del
futuro
Como regalo de despedida
Y es así como yo también
me condeno
A vivir con tu recuerdo
Desvaneciéndose en mi
alma.
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