El exilio es ese lazo de sangre
Que te ata a tu pasado
Y te inmoviliza en el presente
El exilio es repartirse en dos,
Siendo cinco, siendo tres, siendo uno
El exilio es finalmente ser ninguno
El exilio es omnipresente,
Triste y a veces ausente
Se llora, se grita, se ama dos veces y
A veces se ríe, no sin cierta culpa
El exilio es como mudarse de planeta
Es como cambiarse de mundo
El exilio es vida de todas formas
Aunque esté cargado con nostalgias
Aunque vaya de la mano con la melancolía
La pena ciega y omnisciente que no deja respirar
El exilio aflora por los recuerdos,
Por el mismo lazo de sangre
Aflora por las rodillas, por los ojos
Por los oídos, se suda, se tose, se palpita
El exilio es libertad nueva, libertad ninguna
El exilio implica ser errante
Ser errante implica ser ermitaño
Ser ermitaño significa ser sabio
Pero ser sabio no salva del exilio
El exilio es castigo
El exilio es involuntario,
Es una mano invisible, un avión, un tren, un bus
Son los mismos pies
El exilio es una situación de poder
Es un juego de lealtades
El exilio es voraz,
Deja poco, lo deja a uno
El exilio es una fuerza
El exilio no es soledad, pero se siente solo
El exilio no pasa con alcohol ni con drogas
Ni con muerte ni con llanto
El exilio es sólo una forma de vivir, y si vivir es sentir
El exilio es insensible
Mortifica, va corriendo por las venas
Es veneno en el alma, es veneno de la tierra
El exilio sigue siendo una vida
El exilio sigue siendo
Mi
Vida.
Camilo A. García
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