A veces
no dejo de preguntarme sobre el sentido
No se si
este camino es mío
O es de
otro tipo que lo hizo
Y que yo
lo tomé porque
Yo pensé
que yo era ese tipo.
Mis
pasos me llevan
Los ojos
absorben, son esponjas
Los
niños son esponjas,
Los
grandes soltamos todo lo que absorbimos
Nos
vamos quedando vacíos
Así que
no se si tu belleza es tuya
O es la
belleza de otro que se parece a tu belleza
O es
quizá el reflejo de un producto bien vendido
Sólo sé
que tu cuerpo y tus caricias
Tus ojos
y tu sonrisa…
Bueno,
matan
Porque
tampoco tengo cómo saber si
Soy yo
quién mueve los dedos
O quizás
los hombres de fe tienen razón
Y es un
dios titiritero el que nos controla
Y nos
hace escribir y soñar
Y
expresarnos
Como una
maestra jardinera
Porque
cuando aprendo algo
No se si
lo aprendí
O si lo
olvidaré justo antes de que se convierta en algo útil
Por eso
vivo del futuro y no del presente
En el
presente inevitablemente tengo mala suerte
Y así no
se si el sentido de la vida es morir
O si
acaso este oscuro impulso justifica
Que yo
diga que el sentido de la vida es
Evitar
la muerte a toda costa
No puedo
evitar pensar en que mi camino es otro
Pero que
mi camino es este que estoy recorriendo
Jungla y
espesura, murallas y barreras a los costados
Vallas
papales y policías
Señales
de tránsito, semáforos, peajes
No puedo
evitar pensar que mis ojos necesitan
Otra
belleza que no alcanzo porque no conozco
Y la
única forma de perfección que existe no la alcanzo
Y me
frustro
Las
cosas hermosas que veo
No están
hechas para mí, son de otros
Para
otros
Por eso
mi vida en realidad la debería recorrer otro
Yo me
quedaré parado aquí
Hasta
que aparezca el gerente o halle la salida.
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